Su homóloga en el Centro José Bueno, Esther Fernández, explica que “contábamos en plantilla con otros terapeutas, pero buscábamos un profesional que pudiera impartir musicoterapia en nuestro centro y contactamos con María Victoria para solventar esas carencias”.
Desde que comenzaron las sesiones de musicoterapia, todo ha ido a más. “Al principio fuimos poco a poco para que los usuarios fueran adaptándose. Todo fue tan bien que incluso hemos aumentado el número de horas”, afirma Esther Fernández.
María Victoria Fernández durante una sesión de musicoterapia |
Las sesiones de musicoterapia ayudan enormemente a los enfermos de Alzheimer y los grupos son reducidos con el fin de facilitar el proceso.
“Desgraciadamente, esta enfermedad no se puede curar, sino que a lo máximo que aspiramos es a ralentizarla. Sensorialmente estos talleres ayudan mucho a los usuarios, ya que les evocan recuerdos del pasado gracias a que se realizan con canciones de su juventud. Además, María Victoria los trata de forma individualizada. Los usuarios están encantados y hemos tenido mucha suerte con ella”, concluye Esther Fernández.
Estamos muy contentos con esta colaboración que nos permite ayudar a los usuarios del centro de Alzheimer, mejorar su bienestar y activar su memoria a través de la música. Es muy gratificante ver sus sonrisas cuando se descubren capaces de tocar instrumentos, recordar algunas frases de una canción o marcar su proprio ritmo. Es fantástico comprobar cómo estas sesiones dan resultado.
Canciones, melodías y ritmos que sirven para despertar cada historia sonora, y devolver las emociones sentidas. Porque la música sigue resonando más allá del olvido.
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